La frase “los niños son emprendedores natos” tienen mucho de verdad. Existen varias capacidades asociadas al emprendimiento que son naturales en ellos: la curiosidad, creatividad, hacer preguntas, experimentar, aprender bajo ensayo y error, entre otras.
En el mundo de hoy, y ahora más en la “nueva normalidad” reconocer sus talentos, ayudarles a seguir desarrollando estas competencias y a enfocar esa energía creativa debe convertirse en parte integral de su formación. A continuación te presentamos cuatro maneras de promover el emprendimiento en nuestros niños.
- Fomentar su autonomía: Acompáñalos en el proceso de planificación de actividades, sin imponer una metodología sino dejándoles tomar la iniciativa, hacerles preguntas que los hagan poner a prueba sus planteamientos pero dejarles ver que están en control.
- Cuando renunciar y cuándo perseverar: Saber cuándo renunciar es tan importante como saber cuándo perseverar, sobretodo cuando hablamos de un nuevo negocio. Este proceso suele ser más complejo cuando somos adultos, pero si lo practicamos desde niños nos ayuda a entender que soltar no significa fracasar, sino más bien una comprensión de cómo tener éxito más adelante. Nos enseña cómo enfocar nuestros esfuerzos de manera más efectiva.
- Fortalecer su autoestima: Es fundamental que nuestros pequeños confíen en sus propias capacidades, que se sientan seguros de sí mismos y reconozcan los frutos de su trabajo. Evita caer en falsos reconocimientos que puedan distorsionar su personalidad y fomentar antivalores.
- El trabajo en equipo: Este es uno de los aspectos donde los emprendedores adultos fallan con frecuencia, a veces por ser perfeccionistas o simplemente porque nunca aprendimos a delegar. Para los niños es más natural buscar apoyarse en otros para lograr una meta y compartir el éxito con sus amigos. Promover la solidaridad, el apoyo mutuo debe ser central en este proceso.
El interminable entusiasmo de nuestros pequeños, combinado con su capacidad para cuestionar la forma en que siempre se han hecho las cosas son la mezcla perfecta para dominar el dinámico mundo del emprendimiento. Es nuestro deber continuar capacitándolos para que se hagan cargo de su propio destino.
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