Si mantener en orden el presupuesto en condiciones normales es difícil, resulta aún peor en una economía tan hostil como la que vivimos desde hace ya varios años.
Para sobrellevar esta realidad hay dos aspectos sobre los que debes trabajar: administrar bien el dinero y generar más ingresos.
No es fortuito ese orden, la primera es la más importante. Como dice T. Harv Ecker en su libro Los Secretos de la Mente Millonaria: “Si no puedes administrar poco menos estarás preparado para administrar mucho. El hábito de administrar el dinero es más importante que la cantidad”.
Por eso quiero compartir cuatro reglas que te ayudarán en ese primer aspecto.
Conoce cómo usas tu dinero
Tú mejor que nadie debes saber dónde estás gastando tu dinero, es fundamental para identificar mejoras y hacer ajustes.
Asigna un trabajo a cada dólar que ganes
Apenas recibas tus ingresos distribuye cuánto destinarás al ahorro, la comida, pago de servicios, etc., recuerda todo el dinero debe tener una función. Esto te hará más consciente de tus gastos y evitarás despilfarros.
Anticípate
Aparta dinero para esos gastos poco frecuentes o emergencias para que cuando ocurran no te tomen por sorpresa.
Se flexible
Debes adaptarte a los cambios, la rigidez no es buena compañera en esta realidad.
Concentra tus esfuerzos en aquello que puedes controlar, no pierdas tiempo en lo que no. Concéntrate en la solución, dirige tu tiempo y energía a mejorar y pronto alcanzarás tu estabilidad y bienestar financiero.
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