La cena de Navidad es el máximo momento para compartir. Es el centro, además de los regalos, de todo lo que significan y representan estas fechas. En la comida compartes el afecto, la compañía, los recuerdos; y así como nos preocupamos en comer algo que disfrutamos, deberíamos servir la mesa con el mismo empeño que la comida. Para disfrutar de una hermosa cena de navidad, sencilla pero festiva puedes tener en cuenta algunas cosas.
Los invitados tienen que tener su lugar. Si vas a hacer una cena para muchos es aún más importante organizar la mesa, tú los conoces y sabrás quién se lleva mejor con quién, así como identificar de manera original las ubicaciones de cada invitado; puedes tener incluso una mesa pequeña exclusiva para los niños que asistan a la velada. Así podrán compartir entre ellos y disfrutar en su propio lenguaje.
El secreto está en mezclar armónicamente. Si es un grupo grande, lo más seguro es que necesites mezclar sillas, cubiertos, copas y vasos. No entres en pánico, solo no pongas dos iguales juntos y revisa que, en general, los objetos se vean armónicamente repartidos por la mesa. Una vez que lo tengas todo en su lugar, puedes utilizar algún elemento que unifique cada puesto, como una cinta o algún ramillete en cada silla o algún detalle sobre cada servilleta.
Los centros de mesa. Hay dos detalles con esta época: se tiende a creer que más de mejor y se usan muchas flores y velas. Con respecto a lo primero, nunca pierdas de horizonte que lo que organizas es una comida. Si utilizar hermosos pero enormes centros de mesa estás impidiendo y cortando la fluidez de la conversación durante la comida, parte clave del compartir. Sobre las flores y velas, no está nada mal utilizarlas, siempre y cuando cuides que no despidas olores muy fuertes que puedan incomodar a los comensales. Si te decides por un adorno de otro estilo, cuida que su material no refleje directamente la iluminación de la estancia de forma que moleste en la vista a alguno de los invitados durante la cena.
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A pesar de todo, lo más importante y el centro de la festividad es, aún más que la decoración es el compartir con la familia o con los seres queridos.
