La técnica del decapé: simular el paso de los años en la madera
Una opción para crear un ambiente envejecido si nuestro deseo es hacer una renovación en el hogar

ESTAMPAS

27/08/2021 06:00 pm



Sjandra Rendón


El decapado de pintura nos regala esa nostalgia y espíritu personal de aquellos tiempos que vivimos con los abuelos o bisabuelos, quienes conservaban sus casas con objetos señoriales que impresionaban al entrar y que además nos hacían sentir ese calor único de familia.
 
El decapado o técnica del decapé consiste en darle a los muebles u objetos de madera o metal la esencia de aquellas épocas con sólo repasar una lija para suavizar o eliminar en un porcentaje la pintura o capa original.
 
El efecto envejecido puede aplicarse a muebles, mesas de noche o de centro, cabeceras de las camas, relojes que tienen la base amplia de madera o metal, bancos de descanso, porta retratos, cuadros decorativos, pasamanos de escaleras, puertas de closet o ventanas, objetos de artesanía y demás.
 

Envejecer un mueble es darle una nueva vida. Fotografía IStock 
 
Lo único que debemos hacer es tener a la mano un esmalte acrílico y una lija. La lija debemos pasarla por el material que deseamos renovar; esto lo hacemos de forma suave sin que se ejerza mucha presión, con la intención de no quitar por completo la base de pintura. Solo se busca mostrar esa capa anterior con ese efecto envejecido que aparecerá con sutileza y armonía que simula el paso de los años.
 
De esta manera le estamos dando a los objetos la renovación que a veces necesitan o de lo contrario, y sin temor al éxito, podemos comprar algún mueble de segunda mano y aplicarle la técnica del decapado. Al poner manos a la obra y ver los resultados sentiremos orgullo de lucir nuestro hogar fabuloso con el efecto envejecido.
 
¿Cómo es el proceso?

Objeto con pintura buena: si tenemos un mueble cualquiera con una pintura en buen estado y es el que deseamos conservar de fondo entonces le aplicamos dos manos de un esmalte acrílico al que dejaremos secar completamente. Una vez listo, será el momento de iniciar el proceso con la lija; es decir, decapar.
 
Objeto sin pintura: si el objeto a renovar no tiene pintura previa, es necesario aplicarle dos del color de base preferiblemente opacos o barniz del color natural de madera y dos de esmalte acrílico con el tono que deseamos envejecer; recordemos dejar secar como corresponde. Ya cuando sepamos que está seco completamente, comenzamos con el proceso del decapé, siempre de manera muy suave.
 
Objeto original: si lo único que deseamos es crear el efecto envejecido en el mueble u objeto de madera sin aplicar pintura, entonces simplemente tomamos la lija, la envolvemos en un trozo de madera o taco, y comenzamos a decapar hasta descubrir el tono original de la madera.
 

Un seibó o aparador con el decapado. Fotografía Decoración Sueca
 
Tips importantes
Es vital fijar la atención y hacer el lijado más acentuado en los bordes, porque así lograremos el desgaste y simularemos el deterioro normal del objeto o mueble con el roce, el uso, y por el tiempo.

Las partes que queremos que sobresalgan son las que llevarán una presión un tanto mayor por parte de la lija, pero siempre con mucho cuidado para no dañar el efecto que se busca. En todo caso, dependiendo de los gustos, hay quienes optan por eliminar mayor cantidad de pintura con visión de acentuar el envejecimiento; a esto se le llama decapado rústico, que también es válido y muy definido.
 
Una recomendación adicional que complementa el decapé es usar el tono verde agua. Este color es protagonista en las casas para vacacionar porque le otorgan un refresh al ambiente que disfrutaremos al máximo.
 
Dicha tonalidad, además de aludir a la madre naturaleza y todo lo que ello implica, significa una dosis real de luminosidad a los días de descanso; o si bien lo queremos aplicar en nuestro día a día, de igual forma es una idea fenomenal en el hogar.


En cualquier ambiente se logra el objetivo. Fotografía El mueble

El decapado con base en el verde agua puede perfectamente combinarse con cojines, cenefas, manteles, centros de mesa, floreros y mesas accesorios en el mismo tono. Por ejemplo, en el dormitorio o habitación principal, imaginemos la pared de cabecera con un verde agua, un baúl al pie de la cama en verde envejecido, un cubrecama en verde oliva y cuadros o portarretratos con un verde más suave.
 
Toda esta gama de tonalidades que nos ofrece el verde es favorecedora para nuestra tranquilidad y logra un ambiente estable y sereno.
 
Si se trata de una sala de estudios o de actividades lúdicas, podemos optar por combinar el decapado de los muebles -cuya base es el verde agua- con tapetes o alfombras en color marfil, arena o marrón muy claro, usando artesanía y adornos con material de lana, tejidos o cestería.

La intención será siempre que el fondo produzca la armonía que necesitamos con una iluminación que favorezca lo natural y le aporte doblemente la intención acogedora a nuestro lugar favorito.
 
Recordar y resaltar
La cocina podemos simularla como la de nuestros abuelos, haciendo del seibó ese aparador que nos recuerde aquellos años maravillosos en donde nos reuníamos para degustar los postres únicos que sólo ellos sabían hacer para consentirnos.
 
Aplicando el fondo de verde agua y haciendo la técnica del decapé lograremos el efecto deseado, con el que se combinarán las vajillas, manteles, pañitos de cocina, lámparas o las pequeñas macetas con las plantas que auxilian y potencian las preparaciones y platillos.
 
Esta decoración y técnica será una dulzura en el hogar y sumarán pequeños detalles que marcarán una gran diferencia si además aplicamos papel tapiz con formas y texturas del mismo tono. Con todos estos trucos reinventamos el pasado y ¡nos regalaremos la chispa que faltaba!