Curcumina, el antiinflamatorio natural

MARIÁNGEL PAOLINI

15/09/2019 08:30 am




La cúrcuma proviene de la raíz de Curcuma longa, una planta herbácea de la familia zingiberáceas, a la que también pertenece el jengibre. Generalmente se le comercializa en su forma deshidratada y molida; no obstante, si se compra fresco tiene la apariencia de una raíz con un color dorado intenso en su interior.

En India, la cúrcuma se usa para tratar afecciones de la piel y problemas digestivos, entre otras condiciones; de hecho es un elemento básico de la medicina tradicional ayurvédica. Así que es muy común leer y escuchar de sus propiedades terapéuticas por lo que en este artículo espero hacer una síntesis de aquellas que hayan sido confirmadas por la ciencia.

La cúrcuma está conformada por varias sustancias conocidas como curcuminoides, de las cuales la más estudiada es la curcumina que constituye (en promedio) 3,14% de la cúrcuma en polvo. Como polifenol, la curcumina tiene varias ventajas para la salud: es un antioxidante fuerte y tiene propiedades antiinflamatorias, antibacterianas y antifúngicas.

Otros dos componentes con efectos terapéuticos menos estudiados son la demetoxicurcumina y bisdemetoxicurcumina. Además tiene importantes aceites volátiles tales como turmerona, atlantona y zingibereno cuyo uso extendido por parte de la medicina alternativa, aún no ha sido totalmente confirmado por estudios médicos.

Los compuestos vegetales en la cúrcuma, que incluyen curcumina, pueden reducir los marcadores de inflamación y por lo tanto aliviar los síntomas de la osteoartritis. De igual manera se ha confirmado que la curcumina puede inhibir la vía inflamatoria involucrada en la obesidad, ayudar a regular la grasa corporal y contribuir a la disminución del colesterol LDL y de los triglicéridos "malos", lo que lleva a reducir el riesgo de diabetes y enfermedades del corazón.

Un estudio in vivo descubrió que el extracto de curcumina protege contra el daño hepático crónico al ayudar a disminuir el estrés oxidativo; y aunque las investigaciones aún se encuentran en sus primeras etapas, algunos hallazgos preliminares aseguran que puede reducir la actividad de las células cancerosas en el colon.

Uno de los usos más conocidos de la cúrcuma está asociado a su capacidad para alterar las membranas celulares fúngicas, por lo que se presume que podrían usarse en sinergia junto con medicamentos antifúngicos para obtener mejores resultados y disminuir los efectos colaterales en los pacientes. 

Desafortunadamente la curcumina se absorbe poco en el torrente sanguíneo, por lo que muchos de estos efectos terapéuticos son insignificantes. Sin embargo, agregar pimienta negra puede ayudar ya que esta contiene un compuesto llamado piperidina, cuya investigación respalda que su combinación con la curcumina mejora su absorción hasta en un 2.000%. 

Actualmente hay dos teorías para explicar este efecto. Una es que la piperina facilita que la curcumina pase a través de la pared intestinal hacia el torrente sanguíneo. La otra es que puede ralentizar la descomposición de la curcumina por el hígado, aumentando sus niveles en sangre.

En la cultura india, la cúrcuma y la pimienta negra se consumen comúnmente en el té y debido a que la curcumina es liposoluble, consumirla con grasa puede aumentar la absorción, es por ello que la Leche dorada (Golden milk) es tan popular y como ambas sustancias se consideran seguras, no hay un límite máximo de consumo.