¿Pueden los alimentos sustituir las medicinas?

MARIÁNGEL PAOLINI

08/09/2019 08:30 am




“Que la comida sea tu alimento y el alimento, tu medicina”. 

Una frase célebre, cuya autoría se le concede a Hipócrates de Cos, el padre de la medicina y que pretendo explorar con detenimiento en este artículo, pues si bien es cierto que lo que eliges comer tiene profundos efectos en tu salud, no necesariamente implica que curará una enfermedad.

Las investigaciones a lo largo de los años han dejado claro que los hábitos alimentarios influyen en el riesgo a contraer ciertas enfermedades, mientras que otros ofrecen fuertes cualidades medicinales y protectoras. Pero la dieta sola no puede ni debe reemplazar a la medicina en todas las circunstancias. 

Aunque muchas enfermedades se pueden prevenir, tratar o incluso curar con cambios en la dieta y el estilo de vida, muchas otras no. 

Las dietas poco saludables con alto contenido de bebidas azucaradas, comida rápida y harinas refinadas son las principales contribuyentes a afecciones crónicas como enfermedades cardíacas, diabetes y obesidad. Los alimentos procesados dañan las bacterias intestinales y promueven la resistencia a la insulina, la inflamación crónica y aumentan el riesgo general a padecer ciertas enfermedades.  

Por otro lado, la investigación indica que las dietas abundantes en alimentos vegetales y bajos en productos procesados fortalecen la salud. Por ejemplo, la dieta mediterránea, que es rica en grasas saludables, cereales integrales y vegetales, está relacionada con un bajo riesgo de afecciones cardíacas, neurodegenerativas, diabetes, obesidad y ciertos tipos de cáncer. 

Asimismo, sabemos que las dietas ricas en vegetales están involucradas en la reducción de enfermedad coronaria, mientras que aquellas bajas en carbohidratos pueden ayudar a eliminar la diabetes tipo 2 en algunas personas. De hecho, algunas dietas pueden revertir ciertas condiciones de salud.

Lamentablemente, aspectos como la genética y la epigenética, el estrés, la contaminación, la edad, las infecciones, los riesgos laborales y algunos hábitos poco saludables como la falta de ejercicio, el tabaquismo y el consumo de alcohol, también tienen un efecto sobre tu salud.

Los alimentos no deben sustituir las medicinas.

Aunque cambiar a un patrón dietético más saludable puede prevenir enfermedades, es fundamental comprender que los alimentos no pueden ni deben reemplazar los medicamentos de prescripción. 

La medicina fue desarrollada para salvar vidas y tratar enfermedades. Como la curación no depende únicamente de la dieta o el estilo de vida, optar por renunciar a un tratamiento médico potencialmente vital para centrarse solo en la dieta puede ser peligroso e incluso mortal. Si bien es cierto que la evidencia científica muestra que los alimentos pueden ayudar a diversas condiciones de salud, las afirmaciones anecdóticas de curar o tratar enfermedades a través de dietas extremas, suplementos u otros métodos a menudo son falsas.

Por ejemplo, las dietas publicitadas para curar el cáncer u otras afecciones graves generalmente no están respaldadas por investigaciones serias, y a menudo son costosas para ser manejadas por el paciente y la familia, lo que genera una preocupación adicional a un entorno bastante precario.

Evitar los tratamientos convencionales como la quimioterapia por dietas alternativas no comprobadas puede empeorar enfermedades o provocar la muerte. Mi recomendación es mantener un diálogo abierto con el médico tratante que les permita explorar el mejor escenario según sea el caso.