En nuestro organismo ya contamos con órganos como los riñones y el hígado, que son los encargados de mantener nuestra sangre limpia. Por un lado, los riñones nos ayudan a eliminar los tóxicos presentes en la sangre a través de la orina y llegan a filtrar hasta 1.700 litros de sangre a diario. De igual manera, el hígado es el filtro de numerosas toxinas y agentes patógenos; de hecho, se encarga de metabolizar los fármacos, así como el alcohol, para su posterior eliminación.
Entonces, si ya tenemos no uno, sino dos órganos en funciones detox ¿para qué ingerir algo adicional si nuestro cuerpo lo hace maravillosamente bien y sin gastar un céntimo más? Y en esto último está parte de la respuesta.
El mercado de alimentos y productos detox ha crecido de manera acelerada en los últimos años. De acuerdo al Nutrition Business Journal en 2016 el mercado creció casi 9% en Estados Unidos, así que a pesar de las advertencias de los especialistas del área de la salud, este negocio sigue en expansión.
Ya que hay pocas dudas de que vivimos en un ambiente plagado de tóxicos, con sustancias potencialmente peligrosas que amenazan con invadirnos por inhalación, ingestión o contacto directo, o que surgen cuando nuestras células mueren, milenios de evolución nos han dotado de una infraestructura de desintoxicación bastante eficaz, pero esto no parece ser suficiente (o convincente) para buena parte de los consumidores.
El auge de las redes sociales nuevamente tiene un efecto que ya hoy día sabemos que está más que estudiado, así que cuando tu estrella favorita aparece con un vaso de jugo verde, mostrando su mejor cara y hablando (muchas veces fuera del contexto) de los beneficios que ha obtenido al ingerirlos, tenemos la fórmula perfecta para desechar lo que la naturaleza lleva miles de años haciendo eficientemente bien.
Somos fácilmente influenciables y las marcas lo saben, así que ponen todo su empeño para hacerlo parecer orgánico y que parezca casual, natural, pero hace 10 años atrás, ¿a quién se le hubiese ocurrido mezclar celery con piña y pepino, agregarle maca o chía y tomar más de 500 mL en ayunas para limpiarse el intestino?
Si realmente quieres desintoxicarse, vale la pena comenzar por lo elemental: mejora la calidad de lo que ingieres, es decir, lo que mejor le conviene a tu cuerpo para aprovechar de manera más eficiente los nutrientes. Por ejemplo, en lugar de un jugo, prueba comer la fruta y los vegetales en su forma natural, así aprovechas todas las bondades que la fibra alimentaria puede aportar a tu metabolismo.
Cuando tomamos el jugo detox (aun el que venden como “prensado al frío”) prescindimos de todas esas fibras, lo que facilita la absorción de azúcares y hace que el vaciado gástrico sea muy rápido, se elevan los niveles de glucosa en sangre y para contrarrestarla, el páncreas segrega insulina, que activa la lipogénesis (el proceso por el que el cuerpo fabrica triglicéridos o grasas de reserva).
Si de algo necesitamos desintoxicarnos es de la influencia de las marcas, que siempre esperan que compremos lo que nos ofrecen, a veces, con falsas promesas. La información es poder.
