Naturaliza la Navidad

MARIÁNGEL PAOLINI

23/12/2018 12:00 am



Las fiestas pueden suponer en un punto de inflexión en tu estilo de vida. Si de verdad quieres cambiar tu estilo de alimentación, encuentras con los motivos para querer hacerlo. Lo que sea que te motive para llevar a cabo el cambio estará bien, en especial cuando sale de ti y no se concibe para complacer a otros.


En tiempos de hiperinformación, esta época del año no se escapa de la locura de recomendaciones de lo que debemos comer, de lo que no y con honestidad ¿cuán dispuesta estas para acatar estas recomendaciones? Si no lo hiciste a lo largo del año, ¿lo harás ahora? ¿Qué te motiva a hacerlo en esta época y no los meses previos? 

Una rápida pasada por los titulares me deja el mismo mal sabor de siempre, largas listas de recomendaciones para evitar ganarte unos kilos durante las fiestas o mejor, cómo perder 5 kilos (que luego te ganarás en un par de fiestas) antes de la Navidad.

Tan absurdo que suena, pero todas las redes están plagadas de titulares como estos, yo hace mucho rato que decidí dejar a atrás este asunto de hacer hallacas light y de prescindir de alimentos que sólo se comen en esta época de año, soy consciente de lo que me hace bien, conozco mi cuerpo y conozco la delgada línea entre el placer y el exceso.

Lo que realmente importa es lo que come entre una Navidad y otra, es decir, si quieres mejorar tu salud debes alimentarte bien durante todo el año y así durante algunos días como la Navidad y el Año Nuevo podrás disfrutar del momento porque ya tendrás la tarea hecha. 

El problema es cuando llegamos al final del año sin haber construido hábitos sólidos o cuando pretendemos dar rienda suelta a “pasiones” que sólo están en nuestra mente y si, en los mensajes que encuentras en las redes, que definitivamente invitan a querer comer más de la cuenta.

¡Pasar de la preocupación a la acción es la actitud ganadora! Nadie mejor que tú, conoce cuáles son tus puntos más débiles y nadie mejor que tú, sabe cuáles son los excesos que debes evitar y si no vienen a tu mente en este momento, realiza un ejercicio de memoria de las últimas 3 Navidades, busca bien en ese baúl de recuerdos, si hay algo que generó malestar y que necesitas mantener alejado durante las fiestas este año. 

¿Cuáles excesos quisieras evitar en esta Navidad?

Seamos honestos, no es necesario comer hasta reventar en cada celebración durante estos días, esa creencia o costumbre necesita ajustarse, ¿Qué opinas?

Yo veo a la Navidad como un tiempo para disfrutar sin tener que pasar el día siguiente acordándote de tu familia entera y sin poder moverte.

Y voy un poco más allá de la comida, el abrazo que no diste, la llamada que te faltó hacer, la conversación pendiente, la practica compasiva con tus partes menos agradables, todo suma para que este año recuperes el rumbo y las fiestas son un buen tiempo para re-comenzar.

Cuando digo que naturalicemos lo saludable, es una invitación a hacer las cosas sencillas, sin tanto “adorno” y sin tanto “sacrificio”. 

Deja de creerte que si no cuesta o no duele o no es sacrificado, no tendrás el resultado que quieres. Volvamos a lo básico, a lo sencillo, a ese momento donde disfrutamos el placer de comer y nuestro plato deja de ser un refugio de emociones no resueltas.

Dejemos de comernos los problemas, dejemos de saborear las angustias, apartemos el mal sabor de la tristeza y retomemos la senda natural de comer para nutrir nuestro cuerpo, la mente y la emoción se nutren de otras fuentes.