Se puede comer sin visa
Muchos de los nuevos emprendimientos gastronómicos tienen una marcada tendencia estadounidense, bien sea por el concepto o por el plan de negocios que adoptan

ALEJANDRO DÍAZ SISO

21/10/2018 12:00 am



Los emprendedores venezolanos han replicado modelos norteamericanos durante más de veinte años, desde la aparición de la hamburguesa y el fenómeno de los “food trucks,” hasta el éxito del brunch y del cerdo BBQ. La adaptación local de estos conceptos se refleja en muchos de nuestros locales favoritos.


El uso de las tendencias norteamericanas como punto de partida no es nuevo. En los 80s, Venezuela se encontraba inundada por la cultura norteamericana, hasta en los medios de comunicación tradicionales, el boom de la comida rápida fue el comienzo de una época en la que florecieron cadenas y franquicias extranjeras globalmente reconocidas. La actualidad recuerda un poco a ese fenómeno por la manera en que son emulados detalles operativos de contrapartes estadounidenses, especialistas en estos temas. 

Sin embargo, existen particularidades que marcan diferencias importantes entre ambas épocas. Los establecimientos distinguidos de la actualidad son menos masivos, y se intentan diferenciar notablemente entre ellos a través de sus personalidades de marca. Al mismo tiempo, se busca un crecimiento orgánico de clientes que frecuenten los restaurantes y compartan anécdotas de su experiencia, ya sea por boca a boca o, mejor aún, a través de publicaciones en las redes sociales.


FOTOS: VICTORIA GONZÁLEZ SUCRE


La introducción de las hamburguesas no es reciente, pero la presencia firme y la expansión de las ofertas es particularmente impactante. En los 90s fue especial la experiencia de “Chipi’s Burger”, por ejemplo, quienes dieron un enfoque peculiar a este tradicional plato norteamericano al permitirnos armar la hamburguesa prácticamente al gusto. Otros como y “Araxi”, y “Ávila Burger” con su rápido crecimiento nacional, le abrieron las puertas a locales como “Burger Shack” y “Unos Gorditos Ahí,” quienes consiguieron espacio para aventurarse en la categoría. Las hamburguesas de “Fresh Fish” en Altamira merecen una mención especial por lograr un ambiente y una calidad comparables con locales semejantes en EEUU. 

El movimiento de los Food Trucks es otro ejemplo de concepto norteamericano que, ha funcionado muy bien en territorio nacional. Otro elemento que ha penetrado los restaurantes caraqueños es la inclusión del brunch en el menú de los fines de semana. El venezolano es notablemente tempranero, pero la costumbre norteamericana de desayunar completo hasta la hora del almuerzo es bien recibida en la capital.    

Es excelente idea estudiar los negocios existentes como punto de partida al desarrollar un concepto, agregándoles elementos diferenciadores que les den carácter personal, e innovándolos de alguna manera particular. 

Los conceptos que se han desarrollado en los últimos años han sido motivados por experiencias placenteras al visitar establecimientos de distintos tipos en EEUU. Sin embargo, siempre “tropicalizándolos,” dándoles el toque personal que los hace localmente relevantes. Entonces, lo importante es no replicar ideas idénticas, sino identificar las fuentes del éxito de los casos que se analicen para luego imprimirle personalidad al concepto del negocio que uno ejecute.



Cada proyecto tiene un desarrollo único, en los que las experiencias propias y el aprendizaje de ideas nuevas logran que se afinen detalles de cada identidad, desde lo gastronómico hasta lo operativo y de decoración. También, el carácter evolutivo de la industria obliga a mantenerse al día con las tendencias extranjeras y las exigencias locales. 

Tal es el caso de emprendimientos como Pizza Caracas, Prana Juice Bar y Caracas BBQ Smokehouse. Cabe destacar que aunque la pizza es claramente de origen italiano, éste es modelo de ejecución es indudablemente norteamericano; similar al caso de “Frijol” que también ofrece un concepto fast casual estadounidense, pero de comida mexicana.  

Por último, también es admirable el éxito de quienes han hecho exactamente lo contrario a lo expuesto: los que llevan conceptos venezolanos al extranjero. No deja de sorprender la cantidad de venezolanos que, en búsqueda de un futuro mejor, han decidido emprender en territorio ajeno, brindándole a otras naciones el placer de probar la sazón criolla poniéndole arepas y tequeños en las manos al mundo entero, compartiendo el único ingrediente que no falla en cualquier cocina del país: el calor venezolano.