Actualmente, Estados Unidos y China son las principales naciones productoras de esta carne, y seguidamente se unen a la lista Italia, Francia, Brasil, Canadá y el Reino Unido, convirtiendo el pavo en una tradición navideña.

Una vez que la cultura gastronómica de cada país lo adopta para sí, el relleno, el contorno y los acompañantes comienzan a variar porque es un plato que da para eso y mucho más.

 
Sin embargo, la presentación siempre será la misma por lo atractivo de la piel que va tornándose dorada, un tanto crujiente, brillante, pero garantizando siempre una carne tierna y jugosa que absorbe los sabores de los condimentos que se empleen en su preparación. Inclusive, en México utilizan una salsa de chocolate para el relleno o como garnitura.

 
Además de ser exquisito su sabor, esta carne contiene vitamina B12, bajo aporte calórico y es bajo en grasa. Veamos una receta cuyo relleno incluye pasas, cerdo y leche:

Para preparar este platillo especial, se pone a macerar en el jerez el puñado de pasas, y las migas de pan en leche. Se sofríen las cebollas. Todo esto se mezcla con la carne de cerdo, se rellena el pavo y se coloca untado con aceite de oliva en un sartén grande para que vaya agarrando algo de calor y no se deshaga en el horno. Una vez llevado al horno, con los jugos que va soltando se va bañando cada cierto tiempo.

 

Para la preparación, tomamos un bol y mezclamos el pan, la canela, un toque de sal y pimienta, el huevo, la carne, la cebolla en cuadritos, y un buen chorro de jerez. El pavo debemos limpiarlo y comenzamos a bañarlo por dentro y por fuera con la canela y vino y procedemos a rellenarlo, cerrarlo y atarlo con pabilo. En la bandeja que disponemos para hornearlo, colocaremos el pavo relleno y lo embadurnamos con aceite, ajo triturado y cebolla para hornearlo finalmente.

La salsa puede hacerse con manzana, chocolate o cerezas. Animal Gourmet

Recordemos darle baños con los jugos mientras esté en el horno y según vamos viendo su cocción vamos aumentando la temperatura. La salsa que vaya quedando se cuela, se hierve y se le agrega jerez para que aromatice.

 

La preparación no está lejos de parecerse a las anteriores. Se marina el pavo con el jugo de los limones, garantizando que por dentro y por fuera se impregne del cítrico, siguiendo con la pimienta, el tomillo y el romero haciendo lo mismo. La piña en almíbar se licúa y se baña el pavo junto con el vino y se guarda en la nevera hasta el día siguiente. Al sacar esperamos dos horas para proceder a rellenarlo con el sofrito de la cebolla, la tocineta, los ajos machacados y las aceitunas y al enfriar reducir con vino. De igual forma se amarra el pavo con su relleno y lleva al horno, previendo darle sus baños respectivos con sus mismos jugos.

 
Estas recetas son básicas, a partir de ahí surgen las creaciones culinarias, la gastronomía de lujo o la sencillez de la sazón venezolana que es por demás exquisita y nada tiene que envidiarle al resto de los países. Todo es cuestión de gustos, porque evidentemente en la familia siempre existe un miembro al que tal vez no le guste el vino ni en la comida, o es alérgico a la canela, o las manzanas no son de su agrado en un plato salado.

 
Lo cierto es que se trata de una fecha especial con un clásico mundial en la mesa de navidad que nos alegra, nos divierte, nos alimenta y nos deleita, al tiempo que nos mantiene con la dicha de vernos en armonía para agradecer y bendecir la abundancia y el amor. ¿Estamos listos para un pavo relleno esta navidad?