Sjandra Rendón
Cuando la dicha es buena y tenemos ganas de cambiar los estilos en la decoración de interiores, todas las opciones son válidas si garantizamos la armonía de los recursos. Probar nuevas formas que refresquen los ambientes es una de ellas y hablamos esta vez del mimbre, el ratán y las fibras que nos regalan comodidad, confort, un color sereno y acogedor que se combinan con accesorios tanto modernos, como nórdicos, rústicos o coloniales.
Los materiales de fibra natural conquistan los ambientes en el hogar, creando armonía en cada salón si escogemos un sillón amplio para colocar frente a la tele, y junto a él, una butaca con alguna manta tejida del mismo tono. Esto sería un estilo clásico por excelencia.
Ideal para el descanso. Calidez y sencillez. Fotografía Timbrit
En nuestro rincón favorito
En la sala de estar, en ese rincón preferido para leer o simplemente reposar con un té en la mano, imaginemos una poltrona en fibra o mimbre, un tapete que cubra todo el espacio para sentir su suavidad en los pies, dos butacas que sirvan de posa pie o adornen con un florero. A esto le sumamos una revistera para la lectura de turno o la edición última de Estampas, una mesa del mismo material que no tenga mucha altura para la laptop o tablet y finalmente un seibó en el que guardemos el resto de la bibliografía que devoramos cada vez o cualquier adorno.
Fotografía Curtis Adams Pexels
Artesanía en cestas, macetas, baúles. Fotografía Aire de Santa Fe
En días cálidos o fríos lucen por igual
La fibra natural aporta esa serenidad o tranquilidad que necesitamos en cualquier momento para despejar la mente o descansar, y decorar con estos recursos puede hacerse en cualquier época del año. Por ejemplo, en los meses más fríos, el mimbre, ratán o fibra natural nos da una calidez tanto visual como emocional si le incorporamos mantas, cobijas y cojines, y de ser más ambiciosos, se pudiera instalar una chimenea que le pondrá el toque más chic.
Mientras que en la época de calor, los muebles, sillones y butacas solas sin ningún tipo de recurso adicional simplemente lucen más naturales y el aire circula libremente para hacer de la estancia un lugar fresco y armónico.
Fotografía Content Pixie Pexels Fotografía Mrsiraphol Freepik
Lámparas, las protagonistas
En cuanto a las lámparas, que bien pudieran ser colgantes o de mesa, son tendencia cuando hablamos de la fibra natural que combina el yute, el bambú, rafia o sisal. Ellas definitivamente le aportarán al hogar protagonismo y una naturalidad envidiable.
Existen algunas que son de mimbre trenzado, otras de ratán corte inglés, rústicas, de bambú, de fibras para el dormitorio, de pie que combinan otros materiales como metal o hierro forjado; pero siempre conseguiremos con ellas un toque natural que serán un espectáculo.
El comedor también podría tener sillas de mimbre que vayan con los respectivos cojines de color arena o verde agua para hacer de este momento importante del día entre amigos o con la familia una estancia que refuerce la armonía. El toque diferencial sería un mantel en color marrón suave o arena que llegue hasta el suelo.
Fotografía Skylar Kang Pexels
No olvidemos un columpio o sillas colgantes que se adaptan a cualquier ambiente y seguirá encajando en el mobiliario que decidimos para que nuestro hogar sea el favorito de todos.
Así que, si ya tenemos visualizado el nuevo estilo para decorar, incluyamos los puffs, los banquitos, las macetas, cestas, baúles y marcos de espejos; elementos decorativos que aumentarán la sensación única que sólo la fibra natural nos regala.
