Tanteo
En nuestra querida Patria pareciera ser que estamos utilizando la heurística para tratar de solucionar algunos de los problemas graves que tenemos.

REINALDO GADEA

09/07/2021 05:02 am



La heurística, que tiene su origen en el vocablo griego eúpiókelv que significa hallar o inventar, etimología que comparte con eureka, término que puso de moda, en su época, Arquímedes de Siracusa con el tema de la corona del Rey Hieron II, quien le pidió al físico que investigara si la corona que había mandado a hacer era toda de oro o tenía alguna otra aleación, sin dañar la corona.


Cuenta la historia que, cuando se estaba bañando descubrió lo que le habían mandado a investigar y salió desnudo del baño gritando eureka, que significa “lo he encontrado” y de allí salió el llamado Principio de Arquímedes, un tratado de él sobre los cuerpos flotantes.

Hoy en día, el término, como tiene más de una categoría gramatical, va a depender de cómo lo usemos. Como sustantivo se refiere la disciplina del descubrimiento, mientras que como adjetivo, se identifica con cosas más concretas, como estrategias, reglas o conclusiones. Pero realmente se le define como un procedimiento práctico o informal, a tal punto que es un rasgo característico de los humanos. Es el arte de resolver problemas mediante la creatividad y el pensamiento lateral o divergente.

El término fue utilizado por Albert Einstein en su publicación sobre “efecto fotoeléctrico” en el año 1.905 y con el que obtuvo el premio Nobel de Física en 1.921, cuyo título, traducido al español es “Sobre un punto de vista heurístico concerniente a la producción y transformación de la luz”.

Su popularización, modernamente, se la debemos al matemático húngaro George Pólya en su libro “Cómo resolverlo” nos da unas recetas que nos permitirían entender mejor el concepto: 1, Si no consigues entender un problema, dibuja en esquema exhaustivo, te ilustrará la solución; 2, Si no encuentras la solución, haz como si ya la tuvieras y fíjate que puedes deducir de ella (razonamiento en contrario); 3, Si el problema es abstracto, prueba examinar un ejemplo concreto y 4, intenta abordar primero un problema más general, método llamado “La paradoja del inventor” en la que el propósito más ambicioso es el que tiene más posibilidades de éxito.

Como método científico, puede dividirse en principios, reglas y estrategias. Entre los primeros están la analogía y la reducción. En cuanto a las segundas están, por ejemplo, separar lo dado de lo buscado y la reformulación del problema y en las estrategias, están el llamado el trabajo hacia adelante y el trabajo hacia atrás. El tanteo, por citar un ejemplo, es una estrategia heurística para encontrar lo buscado en un cuarto oscuro, y también sirve para saber cosas que nos interesan.

Todo esto viene porque en nuestra querida Patria pareciera ser que estamos utilizando la heurística para tratar de solucionar algunos de los problemas graves que tenemos.
 
Por ejemplo, está vigente la llamada Ley Antibloqueo, que tenía o tiene como finalidad eludir las sanciones económicas gringas. Se permite al Presidente de la República, en determinados casos, desaplicar normas legales o sublegales cuya aplicación resulte contraproducente, o calificar de confidencial determinados documentos. ¿Ha servido de algo? Pareciera que no.

Se crearon las Zonas Especiales de Desarrollo sustentable a través de un Decreto Ley. Pareciera ser la misma solución de años anteriores, cuyos resultados han sido muy poco positivos, de hecho, ya fue utilizado en el Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2.001-2.007. Recientemente, el diputado Nicolás Maduro Guerra nos informó de las aspiraciones que tiene la revolución con dicho Plan, siendo uno de sus objetivos fundamentales el atraer las inversiones extranjeras.

Bueno, el tanteo no es malo si no es muy largo.

@gadeaperez