Manifestantes birmanos "entierran" al jefe de la junta en su cumpleaños
Este sábado, coincidiendo con el cumpleaños del jefe de la junta miliar birmana, numerosos usuarios colgaron en redes sociales fotos de "mohinga", una sopa tradicional que suele servirse en los funerales

AFP

03/07/2021 03:15 pm



Bangkok.- Manifestantes prodemocracia de Birmania conmemoraron este sábado el cumpleaños del jefe de la junta militar que tomó el poder el 1 de febrero quemando retratos suyos y escenificando su funeral.

El general Min Aung Hlaing lideró el golpe de Estado que derrocó a la líder civil Aung San Suu Kyi y sumió Birmania en el caos, con protestas constantes respondidas con una sangrienta represión por parte de la junta que, según una oenegé local, dejó casi 890 muertos y 6.500 encarcelados, destacó AFP.

Este sábado, coincidiendo con su cumpleaños, numerosos usuarios colgaron en redes sociales fotos de "mohinga", una sopa tradicional que suele servirse en los funerales.

"He preparado mohinga para su aniversario porque quiero que muera pronto", dijo a la AFP un habitante de Rangún.

"Tanta gente inocente perdió la vida por su culpa. Si él muere, todo el país se alegrará", añadió.

En Mandalay, la segunda ciudad del país, manifestantes quemaron fotos del general y prendieron fuego a falsos ataúdes, celebrando su funeral.

Min Aung Hlaing cumple este sábado 65 años, la edad en que debería jubilarse como jefe de las fuerzas armadas, según la Constitución de 2008.

Algunos analistas consideran que este hecho influyó en el golpe de Estado, pues la derrota del partido apoyado por los militares en las elecciones legislativas de 2020 le cerraba cualquier posibilidad de seguir en el poder tras su retirada.

Antes incluso del golpe, Min Aung Hlaing era casi un paria para parte de la comunidad internacional, que lo consideraba principal responsable de la feroz represión contra los rohinyás en 2017.

Su discurso de odio contra esta minoría musulmana lo llevó a ser vetado de Facebook.

Investigadores de la ONU pidieron que él y otros altos responsables del ejército sean juzgados por genocidio.

El general niega estas acusaciones y defiende que las operaciones militares eran necesarias para luchar contra los rebeldes rohinyás.