¿Qué sembramos?
Cada decisión y acción nuestra (algo que sembramos, tal como cuando sembramos una semilla), tiene un efecto proporcional (la cosecha de lo que sembramos), tanto para lo positivo como para lo negativo

AGUSTIN ALBORNOZ S.

03/07/2022 05:00 am



Hay principios por los que nuestra vida se rige, que no están escritos en ningún código legal, y que siempre funcionan, mejor que cualquier ley humana. Uno de ellos es la ley de la siembra y la cosecha. Como el mismo nombre lo dice, cada decisión y acción nuestra (algo que sembramos, tal como cuando sembramos una semilla), tiene un efecto proporcional (la cosecha de lo que sembramos), tanto para lo positivo como para lo negativo.

En una ocasión leí sobre un hecho real que vivió Les Brown, orador motivacional y ex miembro de la Cámara de Representantes de Ohio (1977-1981):

En una época trabajaba de DJ en Columbus, Ohio. Al volver a casa solía ir al hospital universitario Grant. Entraba a los cuartos de los pacientes y conversaba con ellos o les leía un pasaje de la Biblia. De esa forma me evadía de mis problemas y daba gracias a Dios por mi buena salud. Mis visitas influyeron mucho en los pacientes y una vez por ellas salvé la vida. En la radio abordaba temas muy polémicos. En una ocasión, al dar mi opinión ofendí a un promotor que traía artistas a la ciudad que no eran los integrantes originales de cierto grupo. La persona a la que puse en evidencia puso precio a mi cabeza.

Una noche volvía a casa a las 2 a.m. al salir de mi trabajo en un club nocturno. Abriendo la puerta de mi casa, un hombre surgió de las sombras y me preguntó: — ¿Es usted Les Brown? —Sí, soy yo —respondí. —Debo hablar con usted. Me contrataron para matarlo. — ¿A mí? ¿Por qué? —pregunté. —Verá usted, un promotor está muy molesto porque le costó bastante dinero lo que dijo sobre un grupo que no era el original. — ¿Usted me va a hacer algo? —pregunté. —No —respondió.

¡No quise preguntar el motivo, pues no quería que cambiara de opinión, sólo me alegré! Mas el hombre se explicó: —Mi madre estuvo en el Hospital Grant. Me escribió contándome que usted la visitó una vez, se sentó a conversar con ella y le leyó un pasaje de la Biblia. Quedó muy impresionada de que un DJ que no la conocía hubiese hecho algo así. Me escribió hablándome de usted cuando yo estaba en la penitenciaría de Ohio. Yo también quedé muy impresionado y siempre quise conocerlo. Luego cuando salí libre, en la calle me enteré de que alguien quería matarlo y acepté el trabajo, y después les dije a todos que lo dejaran a usted en paz.

Cada uno elegirá qué pensar acerca de un relato como este, pero creo que al menos debería servirnos para buscar prestar más atención tanto a lo que hacemos como a lo que sucede a nuestro alrededor. Así quizás podríamos aprender algo más allá de lo obvio que podemos ver, también entender un poquito más por qué pasan algunas cosas.

@viviendovalores
@agusal77