La debacle del plan económico británico
Liz Truss es rechazada por la opinión pública y cuestionada en su partido

AFP

23/10/2022 05:00 am



El espectacular giro en el plan económico de la primera ministra británica, Liz Truss, pone de manifiesto la influencia de los mercados en las políticas de los gobiernos, para reconducirlos hacia la ortodoxia presupuestaria, a veces a riesgo de frenarlos demasiado.


Lo ocurrido con el ejecutivo de Truss "es un ejemplo bastante extremo de la reacción de los mercados cuando un cambio de política no parece creíble", dice a la AFP Antoine Bouët, economista del centro de estudios Cepii.

La presentación el 23 de septiembre por el exministro de Finanzas británico Kwasi Kwarteng de unas polémicas medidas que combinaban masivas ayudas a la factura energética y fuertes recortes fiscales, y debían financiarse engordando la deuda pública en un momento de alta inflación, asustó a los inversores.


La libra cayó a un mínimo histórico y el interés que el Estado británico debe pagar por su endeudamiento se disparó, señal de que los inversores se apresuraban a vender su deuda soberana.

El Banco de Inglaterra tuvo que intervenir para evitar una crisis financiera, y el Fondo Monetario Internacional (FMI) instó a Londres a cambiar de rumbo.

Tres semanas más tarde, tras poco más de un mes en el cargo, Kwarteng fue destituido y sustituido por Jeremy Hunt, quien, para calmar a los mercados, hizo exactamente lo contrario de lo que había prometido Truss: suprimió casi todos los recortes fiscales, redujo las ayudas a la factura energética y advirtió de "decisiones muy duras por venir" en el gasto público.

La primera ministra británica Liz Truss se defendió el miércoles en el Parlamento ante una ola de críticas tras el humillante abandono de su plan económico afirmando que es "una luchadora, no alguien que abandona". Después insistió: "Estoy dispuesta a tomar decisiones difíciles".

Más tarde, ese mismo día, Truss sufrió un nuevo revés con la dimisión de su ministra de Interior, Suella Braverman.

Braverman, considerada del ala dura del partido conservador en el poder, ha sido ministra de Interior durante apenas 43 días y su salida ahonda la crisis iniciada con el anuncio de un desastroso paquete económico.