El poder rejuvenecedor de la hidratación y la limpieza facial

REDACCION ESTAMPAS

04/08/2019 01:00 pm



Para mantenerte bien no necesitas lo más costoso, ni lo más complicado, ni lo más doloroso. Los expertos sostienen que la mayoría de nosotras sólo debe prestar atención a unos pocos secretos básicos de belleza que pueden ayudarte a lucir y sentirte bien sin gastar mucho tiempo o dinero.

Nunca subestimes el poder de las cremas hidratantes.

Sin importar si tu piel es seca, normal o grasosa, no tienes que invertir en muchas cremas: con un producto que sea bueno puedes tener una piel de ensueño. A veces lo único que necesitas es una buena crema hidratante y un limpiador suave para quitarle años a tu cara. Cuando la piel está seca, cada arruga se acentúa.

Si estás en tus 20 o 30 años, dicen los médicos, las cremas hidratantes te darán la protección que necesitas para prevenir el envejecimiento prematuro.

Pero entonces ¿Qué es una buena crema hidratante para ti? Es un producto que añade humedad y sella la que se ha logrado, permitiendo a la piel producir más humedad. Lo que necesitas es ver qué crema debes escoger según las necesidades individuales de tu piel.

Si la piel va de normal a seca, busca crema hidratantes que contengan ácidos alfa hidróxidos. Ellos ayudan a la piel a producir más humedad por sí misma.

Si la piel es muy seca, se sugieren productos que utilicen una tecnología llamada emulsión vesicular. Esta tecnología utiliza esferas microscópicas que constituyen capas que alternan la humedad y el agua, obteniendo una hidratación continua.

Si la piel es grasosa busca una crema hidratante suave y ligera. La grasa no es humedad; así tengas exceso de grasa aún necesitas humectarte.

También es importante que elijas tu limpiador con prudencia.

Si lo que usas diariamente para limpiarte la cara es agua y jabón, puedes ir reconsiderando tu estrategia de limpieza. Los dermatólogos dicen que uno de los mejores consejos de belleza es utilizar un limpiador suave y utilizarlo con moderación.

Lavarte la cara con demasiadas frecuencia – más de dos veces al día – puede hacer que dañes la barrera lipídica natural, la cual es el manto protector que mantiene tu piel lubricada para que luzca y se sienta saludable.

Una vez que la protección se pierde y la barrera de impermeabilidad se interrumpe, la piel se vuelve seca. Esto además puede producir picazón, ardor y escozor.