En algunos caso las manchas suelen notarse más que en otros, por lo cual las personas sienten incomodidad al sentirse observado por los demás, este problema puede afectar la manera en cómo se sienten y causar en algunos depresión. 

Como una alternativa llega la micropigmentación, que en palabras de Raquel Díaz Casado, experta en micropigmentación y dermocosmiatría, “ayuda a camuflajear la zona a tratar, brindando un tono mucho más parecido a la piel de la persona”. 

Sus ventajas son muchas, pues no suele ser un proceso agresivo que pueda afectar la piel de estos pacientes, además que brinda un color bastante similar y en algunos casos llega al mismo de la persona, lo que ayuda a la persona a sentirse mejor con su apariencia. 

La experta en micropigmentación explica que este proceso puede “mejorar la calidad de vida del paciente con vitiligo, subir su autoestima y mejorar su estado de ánimo”. 

Aunque añade, que la mayor ventaja para sacar en el resultado de esta técnica es que ayuda en el estado psicológico de la persona. 

¿Cómo funciona? 

Como cualquier proceso cosmético debe tomarse su tiempo, “realizamos 3 sesiones, en la primera se realiza un test de color, en donde implantamos una prueba de color en la zona afectada y luego de 45 día realizamos la micropigmentación” describió Díaz. 

Aseguró que siempre “trabajamos desde el tono más claro al más oscuro, hasta llegar a la tonalidad ideal. Suele durar cuatro meses para lograr ver el resultado final”. 

La dermacosmiatra aconsejó “acudir a un dermatólogo, él evaluará si su vitiligo está en estado estacionario, el segundo paso es recurrir con ayuda psicológica, muchos de los casos influyen en el estado emocional de la persona, si eso no es controlado el vitiligo irá creciendo”.

Lo ideal es que el vitiligo se encuentre en estado estacionario, ya que de esa forma los especialistas pueden trabajar con la micropigmentación, luego de este proceso la persona no debe exponerse al sol por un mes.